martes, 7 de octubre de 2014

Tarta de chocolate blanco y frambuesas

Hola Holita lectorcitos!

Sí, otra tarta! Pero os prometo que es la última hasta navidad ;)

De hecho prometo solemnemente volver a las raíces del blog y escribir recetas para cocineros estudiantes en la próxima receta. ¡Palabra de boyscout!

Mi querida madre cumple años en el mes de Agosto, fondant y 40 grados a la sombra...no combinan muy bien que digamos, yo acabo enfadada y el fondant derretido. No, este año no nos iba a pasar (a Matilde pinche oficial en estos eventos y a mí)


Es gracioso, porque fue una tarta improvisada en menos de 24 horas. Yo lo tenia todo preparado para una tarta de mousess, desde el mes de julio, muy mona y muy rica, pero el aro ajustable con el que tenia que hacerla no llegó y en el pueblo no encontré nada que se asemejara a lo que necesitaba, de hecho en la tienda de repostería creativa pregunte si tenían aros ajustables y la amable señora me contestó ¿eso qué es? muerta me quedé. ¡¡Málaga te hecho de menos!!

Necesitaremos:

- Para el bizcocho
Hice un bizcocho de yogurt (que era lo que tenía, porque mi tarta original no llevaba bizcocho)
- 1 yogurt natural
- 3 huevos
- 1 vaso de yogurt de aceite
- 2 vasos de yogurt de azúcar
- 3 vasos de yogurt de harina
- un sobre de levadura

- Para el relleno
- 100 gr de frambuesas naturales
- Sirope de frambuesa
- Ganache de chocolate blanco que haremos con 300 gramos de chocolate blanco y 150 ml de nata para montar.

- Para decorar
- Globos de agua (será divertido, confiad)
- Papel de horno
- Chocolate negro
- Chocolate con leche
- Ganache de chocolate blanco


Decorar con chocolate es maravilloso, pero complicadísimo también.
De hecho, para que quede bien y no se nos derritan las decoraciones hay que atemperarlo, pero yo no tenía ni la técnica ni el tiempo, así que me bastó con derretir tabletas de chocolate. 
¡Vamos a ello!:

Derretimos el chocolate negro (con media tableta debe haber suficiente) al baño maría o en el microondas con mucho cuidado de que no se queme, en modo descongelar que siempre es más seguro. 
Rellenamos una manga pastelera con él y hacemos un agujero pequeño, o una boquilla muy pequeña. Yo corté la esquina y dejé un agujero pequeño, para que el hilo de chocolate fuese fino. 
Inflamos un globo (lo lavamos con agua y jabón y secamos muy, muy bien), lo colocamos boca abajo en un vaso (la parte del nudo nos queda dentro del vaso). Y vamos haciendo lineas entrecruzadas que formaran una red para hacer una canasta. Lo ideal es hacer varios por si al desmoldar luego se rompe. Lo metemos en la nevera para que se ponga duro.



Ponemos el horno a precalentar a 180 grados.

En un bol, batimos los huevos, añadimos el yogurt y mezclamos bien. Incorporamos el azucar,  el aceite y la harina tamizada (¡¡¡ya tengo un tamiz de "chefa"!!! que ilusión! pero ya sabéis, un colador nos vale) con la levadura, todo mezclando muy bien para que nos quede una masa homogénea. Al horno, unos 20-30 minutos, en cualquier caso hasta que al pincharlo el palo salga limpio o casi limpio.

La ganache la hacemos como en la tarta anterior 

Cuando estén fríos el bizcocho y la ganache, montamos la tarta!

Es rojo el bizcocho porque puse colorante ;)
Partimos el bizcocho de forma que nos queden tres láminas. Yo no tengo segueta para bizcochos, uso un cuchillo largo, evitando los de sierra, porque me dejan muchos pizcos (en honor a las cobloggers que algún día nos honraran con su presencia) vaya, que me dejan migas, pero como todo, es cuestión de gustos. 
En la primera capa de relleno puse: primero sirope de frambuesas, una capa gordita que acaba por empapar el bizcocho y le da una jugosidad buenisima. Una capa de ganache de chocolate blanco (yo uso la manga para rellenar, pero es cuestión de gusto también, untarla con un cuchillo es otra opción). La tapa de bizcocho.
La siguiente capa igual solo que encima de la ganache ponemos frambuesas naturales ¿cuantas? todas las que quieras, cuantas más mejor!!
Tapa de bizcocho que recubrimos de chocolate blanco, solo la parte de arriba. Para los laterales de la tarta hacemos un poco de ganache de chocolate con leche y untamos los laterales.

Y ahora viene la parte chuli y complicada, es muy fácil cagarla aquí. Yo estuve a punto.

Cortamos el papel de horno tan largo como la circunferencia de nuestra tarta y un par de centímetros más alto que el grosor de tarta (la altura de la tarta). Si como en mi caso, el papel de horno que tenéis viene cortado en pliegos, vais a tener que hacer un apaño y pegar dos trozos de papel para que os de para el contorno. Usad celo, que pegue bien y aseguraos de que no hay corrientes de aire. Lo del aire es importante, a mi se me "voló" porque la corriente de aire despegó los dos trozos cuando me disponía a colocarlo en la tarta.
Derretimos chocolate negro y lo ponemos en la manga pastelera. Con nuestro papel bien extendido empezamos a hacer una decoración, la que os guste, para que quede una cenefa, que ocupe tado el papel (que para eso lo hemos medido). Antes de que se endurezca, pero sin que esté caliente, lo colocamos con cuidado alrededor de la tarta y metemos en la nevera para que enfríe.

Una vez que ha pasado un rato, el suficiente para que el chocolate esté bien duro, tiramos del papel desde un extremo despacito, y va saliendo sin problema. Para los globos que tenemos reservados en la nevera, usamos un alfiler y los pinchamos, obteniendo así nuestras cestas. 
Decoramos con las frambuesas que nos deben quedar si habéis sido capaces de no comerlas en el proceso.
Yo puse un puñado dentro de la cesta y tres en un lado.

¡Esto es todo amigos!

Ps: No encuentro mi cámara, tendréis que conformaros con las fotos que hizo Agu con el móvil.




Leer más...